viernes, 15 de julio de 2016

GLOSARIO #2 2BGU


Pasivo: El pasivo de una empresa son sus obligaciones, como el pago a bancos, proveedores, impuestos, salarios a empleados, entre otras. Según Montes, “representa todas las deudas ajenas que tiene contraídas la empresa en un momento determinado”. Hay varios tipos de pasivos:

Pasivo corriente: También conocido como pasivo circulante con el anterior PGC. “Representa todas las deudas ajenas que tiene contraídas la empresa en un momento determinado, con vencimiento en el corto plazo, es decir, tienen que cancelarse dentro de los próximos 365 días”.

Pasivo no corriente: También denominado como pasivo fijo, “representa todas las deudas ajenas que tiene contraídas la empresa en un momento determinado, con vencimiento a largo plazo, es decir, tienen que cancelarse en un periodo superior a 365 días”, afirma Montes.

Pasivo financiero: “Representa todas las deudas ajenas que tiene contraídas la empresa con las entidades financieras y otros prestamistas en un momento determinado. Esta financiación se conoce como ‘negociada”, sostiene esta experta.

Pasivo operativo: “Representa todas las deudas ajenas que tiene contraídas la empresa con los suministradores de productos y servicios, así como con organismos públicos. Esta financiación se conoce como espontánea”, destaca Montes.

Pay-back: Es lo que se conoce como retorno de una inversión. Según Vicente Pardo, “es el tiempo que tarda una empresa en recuperar una inversión realizada. Por ejemplo, invertimos en un activo ( una máquina) y calculamos el período en el cual recuperaremos la inversión que hicimos”.

Préstamo participativo: Es un instrumento financiero muy flexible, “dado que permite devolver el capital prestado y los intereses en función de los recursos líquidos que se generen en la actividad. Tiene un alto interés financiero, dado que no colapsa la posición financiera. Se considera un híbrido entre el capital social y la deuda. A efectos contables se computa en el patrimonio neto”, aclara la profesora de la Escuela de Organización Industrial (EOI).





Punto de equilibrio: También se lo conoce como umbral de rentabilidad, break even, punto crítico o punto muerto. Y “representa el nivel de actividad donde el beneficio es cero; esto es, ni se gana, ni se pierde. En el punto de equilibrio, los costes totales coinciden con las ventas. Cuando las ventas superan este punto, se genera beneficio, y al contrario, pérdida”, indica Montes. Pardo añade, en relación a este término, que cuando se empieza a obtener beneficios, “nuestras ventas son superiores a nuestros costes, y si no se alcanza ese punto, empezaremos a tener pérdidas, es decir, nuestros costes son superiores a nuestras ventas”.

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